Cuando vivía en París me asombraba esa maravillosa costumbre de su gente de comprar flores como si de un producto de primera necesidad se tratara. La salida matutina para recoger la prensa y los croissants recién hechos no se completaba sin un ramillete de flores frescas.
Y es que, no hay un gasto más efímero ni más necesario a la vez que éste, en especial para los amantes de la belleza y las pequeñas cosas. En mi caso, creo que trabajo mejor cuando en la mesa de mi oficina hay rosas blancas. Por eso me pareció estupendo empezar la semana en un lugar como Margarita Se Llama Mi Amor (calle Fernando VI , 9, Madrid), un espacio lleno de plantas y flores donde se respira buen gusto y tranquilidad desde que entras en él.
La prenda que hemos elegido para este post es el culotte, una pieza capaz de dar un twist a tu estilismo laboral sin dejar de lado la elegancia. Con tacón y camisa estiliza y sofistica tu outfit y con zapato plano y jersey lo moderniza. Patri lleva pantalón de Zara, top con volante de Sandro, gargantilla y earcuff de Aristocrazy, bolso cartera de Miu Miu, chaqueta militar y salones de charol de Zara . Yo llevo jersey amplio de NastyGal, culottes de Zara, pendientes amarmolados de Another Stories, zapatos con lazada y bolso cartera de Zara.
Fotos de Ana Encabo